Grupos

Como facilitador de grupos de Biosincronia durante más de 20 años, Can Julià ha sido mi elección preferida para llevar a cabo mis talleres. El entorno es hermoso, las instalaciones están impecablemente limpias y mantenidas, y el silencio que lo rodea es invaluable para nuestro trabajo en grupo. Can Julià proporciona la combinación perfecta de comodidad y ambiente propicio para el crecimiento personal. Un lugar excepcional para facilitar el crecimiento y la transformación de mis participantes.

En nuestra escuela de Yoga, nos complace organizar retiros de Yoga y Meditación a lo largo del año. Al organizar estos eventos, nuestra primera y más radiante reflexión siempre es el regreso a Can Julia. Esta casa posee una magia incomparable, donde cada rincón, cada deliciosa comida y cada detalle están tratados con esmero y dedicación hasta alcanzar la excelencia.

Es evidente que quienes ponen su corazón en este lugar son Rosa Maria y Pere Anton. Ellos, con amor y cuidado, miman cada detalle para que te sientas como en tu propio hogar. En estos más de 20 años de conexión especial con Can Julia, no podemos dejar de expresar nuestra gratitud, y por supuesto, continuaremos regresando. Su hospitalidad única y la atención dedicada nos hacen sentir parte de esta familia, y estamos ansiosos por seguir compartiendo momentos inolvidables en este rincón tan especial que han creado con tanto amor. ¡Can Julia, siempre nuestro refugio!

Como facilitadora de un retiro de Mindfulness y Comunicación Inter-relacional, tuve la oportunidad de elegir Can Julià como el espacio para esta experiencia, y no puedo dejar de compartir la maravillosa experiencia que fue.

Desde el momento en que llegamos, mi grupo y yo nos sentimos cálidamente acogidos en Can Julià. El espacio en sí es mágico, cuidado con amor y atención a los detalles. Después de solo unos momentos, comencé a percibir una energía muy especial que impregnaba todo el entorno, haciendo que nuestra experiencia fuera aún más enriquecedora.

Una de las cosas que me impresionó más fue la gastronomía. La comida servida en Can Julià es verdaderamente exquisita. Cada plato era una obra de arte culinaria y un deleite para el paladar. Fue una oportunidad única para disfrutar de comidas deliciosas y saludables que agregaron aún más valor a nuestra estancia.

No puedo dejar de destacar la atención personalizada de Pere Anton y Rosa Maria. Su dedicación e interés en asegurarse de que todos los participantes se sintieran cómodos y atendidos es insuperable. Siempre estuvieron dispuestos a responder preguntas y proporcionar orientación, haciendo que nuestra estancia fuera inolvidable.

Can Julià tiene una manera muy especial de concebir y acoger los retiros. Desde el primer momento, sentí que era mucho más que un lugar para alojarse; era un lugar que abrazaba y acogía la experiencia del retiro de una manera única y significativa. Me sentí en paz y serena, y esta atmósfera me ayudó a sumergirme plenamente en la experiencia del retiro.

Sin duda, volveré a elegir Can Julià como espacio para futuras facilitaciones de retiros. Es un lugar donde la paz y la serenidad son tangibles, y donde la atención cuidadosa y la energía especial te hacen sentir como en casa. Recomiendo Can Julià a cualquier facilitador que busque un lugar bellamente cuidado y acogedor para sus sesiones de retiro.

Estamos encantados con nuestra experiencia organizando nuestro retiro de yoga en Can Julià. Toda la masía es un lugar muy especial, tanto las habitaciones como los lugares comunes. El espacio para la práctica de yoga es sencillamente maravilloso y el patio interior al aire libre hace que uno no se quiera marchar de allí. En suma, un lugar excepcional para retiros o actividades de grupo. Y lo mejor de todo son sus estupendos anfitriones.